Un ingeniero fue asaltado y tras un forcejeó, el infractor lo mató de un balazo
Francisco Javier Campos, ingeniero civil de la constructora Bringas, procedía de una reunión suscitada dentro de las instalaciones de Plaza Cristal, el miércoles a medio día.
Más tarde, él y Rausel Domínguez Hernández, su chofer, se dirigieron a bordo de una camioneta RAM color café, placas DC-22-140, a una oficina en el domicilio número 240 de la 14 Oriente entre 2ª y 3ª Norte.
Llegaron alrededor de las 14:20, Javier Campos descendió del vehículo e indicó a su empleado permaneciera dentro mientras él terminaba el “mandado”.
—Estaciónate acá en la sombra y espérame un rato— indicó
Enseguida, dos hombres, ambos vestidos con pantalón de mezclilla —uno de playera negra y el otro de camisa a cuadros— se acercaron al ingeniero, quien forcejeo con uno de los asaltantes; sin embargo, el segundo infractor le disparó en la mejilla y Javier Campos, cayó fulminado.
Ante ello, el par de delincuentes tomó la cangurera que llevaba en el cinto y se dieron a la fuga a bordo de un Cavalier blanco decorado con una franja negra en el toldo, dentro del cual los esperaba una tercera persona.
El vehículo que estaba un carro delante de la camioneta les obstruyó el paso.
INVESTIGACIONES
Después del atentado, el hombre de cabello encanecido quedó tendido con la boca ensangrentada sobre el camellón que divide ambas vías, llevaba aún unos lentes oscuros puestos, una camisa turquesa, jeans de mezclilla y zapatos cafés marca Jeep. Metros adelantes yacía el casquillo.
Según, Domínguez Hernández, el empleado, la cangurera hurtada contenía algunos documentos y probablemente el pago de los trabajadores.
Informó también que el ingeniero, era propietario de Bringas Constructora S.A. de C.V., ubicada en Ocozocuatla de Espinosa, con domicilio en la 11 Sur Poniente, número 35 B de la Colonia Unión Hidalgo.
Tras el homicidio, la segunda y tercera Norte se conglomeró de Policías Municipales, Estatales y agentes del Ministerio Público, quienes iniciaron con las averiguaciones del asesinato registrando las llamadas recientes del celular Blackberry, propiedad del fallecido.
En seguida, un comandante de la Procuraduría General de la República (PGR) marcó al número de un ingeniero de Cintalapa de apellido Figueroa, quien una hora antes solicitó a Francisco Javier Campos unas estimaciones.
De esa forma iniciaron con la indagatoria mientras el cadáver era trasladado por peritos del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de ley.
A la ma... ya sin gracia la delincuencia, pero las autoridades se siguen levantando el cuello para presumir su seguridad en la ciudad.
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