A mayor violencia anual, más asesinatos de reporteros en México
68 periodistas asesinados y 12 permanecen desaparecidos. “Por lo menos media docena” han pedido asilo político en Estados Unidos y Canadá, asegura a ZETA el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). El fiscal Gustavo Salas no informa sobre los 30 millones de pesos etiquetados en 2010 por la Cámara de Diputados para la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión.Enrique Mendoza Hernández
La violencia desatada en Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz afecta también al gremio periodístico y a la libertad de expresión. Para empezar, en la memoria de todos los mexicanos están las narcofosas de San Fernando con 193 cadáveres exhumados; los 52 muertos en el incendio provocado en Casino Royale de Monterrey, y los 35 difuntos tirados en frente de la Plaza Las Américas de Boca del Río, Veracruz.
Tradicionalmente, Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz han sido plaza del Cártel del Golfo. Hasta 2008, la zona había estado “tranquila”. De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), “Los Zetas” era el grupo armado del Cártel del Golfo; sin embargo, en diciembre de 2009 rompieron con sus aliados por diferencias en el control de los mercados y rutas. A partir de enero de 2010, se han enfrentado en Tamaulipas y Nuevo León, lo que explica el incremento de la violencia en esos estados.
Lo cierto es que la ola criminal desatada tanto en Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz se ve reflejada también en el asesinato de periodistas, tal como sucedió en Nuevo Laredo, donde el 24 de septiembre se encontró decapitada a María Elizabeth Macías Castro.
“Este mismo día (24 de septiembre) se identificó a la persona fallecida como María Elizabeth Macías Castro, de 39 años de edad, quien se desempeñaba como jefa de redacción del periódico Primera Hora”, informó la PGJE de Tamaulipas.
La periodista, que usaba las redes sociales para informar de la situación en su estado, no ha sido la única persona asesinada luego de dar a conocer información relacionada con el crimen organizado a través de Facebook y Twitter, ya que otros dos usuarios han corrido la misma suerte:
“Estos tres homicidios parecen representar una alarmante estrategia para intimidar a los usuarios de las redes sociales para que dejen de comunicar información relacionada con la violencia”, informó Amnistía Internacional.
Hay que recordar que en el actual sexenio federal, en Tamaulipas han sido asesinados cinco periodistas: Francisco Ortiz Monroy, de Diario de México, el 5 de febrero de 2008; Luis Villanueva Berrones, de Expresso, el 27 de febrero también en 2008; Jorge Rábago Valdez, de Radio Red, el 3 de marzo de 2010; Guajardo Romero, de Expresso, el 6 de noviembre de 2010 y María Elizabeth Macías Castro, de Primera Hora, el 24 de septiembre de 2011.
Luego, en Coatzacoalcos, Veracruz, desde el 22 de septiembre permanece desaparecido el reportero de El Mañanero, Daniel Flores Guillén, y Manuel Gabriel Fonseca desde el día 18, del mismo periódico. En aquel estado también se encuentran sin paradero Jesús Mejía Lechuga, locutor de Radio MS-Noticias, desde el 10 de julio de 2003 y Evaristo Ortega Zárate, director del periódico Espacio, desde el 20 de mayo de 2010.
Al igual que en Tamaulipas, también en Veracruz cinco periodistas han sido asesinados en el actual sexenio federal: Luis Daniel Méndez Hernández, de La Poderosa, el 23 de febrero de 2009; Noel López Olguín, de Noticias, el 31 de mayo de 2011; y Miguel Ángel López Velasco, Misael López Solana y Yolanda Ordaz de la Cruz en junio de este año.
A mayor violencia anual, más asesinatos de periodistas
A mayor violencia en México, más asesinatos de periodistas. Por ejemplo, en los estados donde la delincuencia arreció, también aumentaron los homicidios contra los comunicadores. Tan sólo en este año, de los 12 periodistas asesinados, nueve han ocurrido en los estados más agitados, como Veracruz, con cuatro homicidios de comunicadores, uno en Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. Los otros tres ocurrieron en el Estado de México (1) y Distrito Federal (2).
De hecho, a nivel nacional en el sexenio, en los estados donde más ejecuciones ha habido, se concentra el mayor número de asesinato de periodistas. De los 68 periodistas asesinados en el sexenio del Presidente Felipe Calderón, 64 han ocurrido en los 13 estados más violentos. En la actual administración federal, en Chihuahua han ocurrido diez homicidios de periodistas; ocho en Guerrero, seis en Michoacán; en Coahuila, Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz han sucedido cinco homicidios de periodistas en cada estado; en el Distrito Federal, Durango, Estado de México y Sinaloa han sucedido cuatro en cada entidad.
Asimismo, en Nuevo León, Jalisco y Tabasco, dos cada uno, y en Quintana Roo y Chiapas un asesinato en cada estado.No es coincidencia que en el actual sexenio, en los estados más violentos o con más ejecuciones, se concentre también el mayor número de asesinato de periodistas.
Para empezar, revisando las estadísticas de homicidios de comunicadores en los últimos sexenios, se desprende: Durante el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976) sucedieron seis asesinatos de comunicadores, es decir, uno por año; en la administración de José López Portillo (1976-1982) ocurrieron 12 asesinatos, dando como promedio dos por año.
Asimismo, durante el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), se registraron 33 homicidios de comunicadores, es decir, un promedio anual de 5.5.
Mientras tanto, en el sexenio de Carlos de Salinas de Gortari, cuando fueron asesinados 46 periodistas, el promedio anual fue de 7.6; en tanto que en el gobierno de Ernesto Zedillo, el promedio anual fue de 4, ya que en ese periodo se registraron 24 homicidios de periodistas.
En tiempos panistas, a partir del año 2000 los crímenes de periodistas aumentaron drásticamente: Tan sólo durante el sexenio de Vicente Fox (28 homicidios), el promedio anual fue de 4.6 comunicadores caídos al año.
Pero el sexenio que rompió todos los récords fue el del Presidente Felipe Calderón, ya que en cinco años, este Semanario ha documentado, uno por uno, 68 comunicadores asesinados; es decir, el promedio anual es de 13 periodistas privados de la vida. La tesis de ZETA es: A mayor violencia anual en el país, más ejecuciones de periodistas. Cuando en 2001 sucedieron mil 080 ejecuciones, en México ocurrieron cuatro asesinatos de periodistas; en 2002 ocurrieron mil 230 ejecuciones por dos homicidios de comunicadores; y cuando en 2003 fueron ejecutadas mil 290 personas, en ese mismo año un periodista fue asesinado. El sexenio de Vicente Fox cerró con mil 304 ejecuciones en 2004 por cinco homicidios de periodistas; al siguiente año, cuando mil 776 personas fueron ejecutadas, también fueron asesinados cinco periodistas; y en 2006, año en que se registraron 2 mil 100 ejecuciones, 11 periodistas fueron privados de la vida.
Lo dicho: El sexenio del Presidente Felipe Calderón rompió todos los récords, ya que a medida que aumentan la cantidad de ejecutados en el país, en su “guerra” contra el narcotráfico, también ha aumentado anualmente el número de asesinato de periodistas. Cuando en 2007 ocurrieron 2 mil 826 ejecuciones en el país, también fueron asesinados 12 periodistas; si en 2008 las ejecuciones se dispararon hasta 6 mil 837, la cantidad de homicidios de periodistas se ubicó en 13. En 2009, cuando hubo 11 mil 753 ejecutados, 16 comunicadores perdieron la vida; igualmente, 15 periodistas fueron asesinados en 2010, año en que ZETA registró 19 mil 546 ejecuciones. Hasta septiembre de este año, este Semanario ha registrado 15 mil 046 ejecuciones y 12 comunicadores caídos.
Vacío informativo, huida y exilio de periodistas
A mayor violencia y a más periodistas asesinados anualmente, menos libertad de expresión. Un ejemplo claro es el estado de Veracruz, donde lo que abunda es el vacío de información y la huida de periodistas de esa entidad federativa.
Apenas en julio último, Notiver informó, luego de que tres de sus reporteros fueron asesinados, que cinco de sus periodistas abandonaron Veracruz: “Huyen de la ciudad reporteros de medios de comunicación de televisoras, radios y prensa escrita, entre ellos cinco de Notiver, ante la incapacidad de las autoridades locales y estatales de garantizar la integridad física de ellos y la de sus familias.
“Incluso hubo el caso de uno de ellos que tuvo que ser trasladado en un helicóptero del gobierno federal y protegido por militares con destino desconocido. El miedo se apoderó de ellos al quedar desprotegidos por las autoridades locales y estatales, mejor prefieren prácticamente huir de su ciudad que los vio crecer en el plano profesional.
“Trascendió que una estación de radio quitará de su portal la sección de policía, reasignando a sus reporteros de esas fuentes. Prácticamente la guardia nocturna de los medios de comunicación quedó desmantelada ante la desbandada de periodistas de la fuente policiaca”.
Carlos Lauría, coordinador sénior del Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), explicó a ZETA que por lo menos “media docena” de periodistas se han exiliado en Estados Unidos y Canadá en los últimos meses, ante el aumento de la violencia en México:
“El asilo político es una realidad. Algunos por cuestiones de seguridad preferimos no hacerlos públicos. Por lo menos hay una media docena de periodistas que en los últimos años han salido o han intentado salir o solicitado asilo político.
“El asilo es una situación límite, una situación dramática que evidentemente marca la gravedad de la situación”, subrayó.
Lauría expuso a ZETA que “por lo menos media docena” de periodistas mexicanos se encuentran actualmente exiliados, no obstante, es la cifra oficial porque, cuando un comunicador decide irse del país, lo hace discretamente:
“Yo diría que hay casos que ni siquiera los tienen documentados las organizaciones, han salido sin estar en contacto con organizaciones”, lamentó.
Concluyó que lo que está en riesgo es la libertad de expresión, y abunda el vacío informativo:
“En algunas regiones de México donde el crimen organizado ejerce tanto poder de influencia, lo que estamos viendo es mucho vacío informativo, la prensa no puede cumplir con su tarea básica ya de informar sobre cuestiones que tienen impacto en la vida diaria de la gente; ante la censura generalizada los ciudadanos están recurriendo cada vez con más frecuencia al uso de las nuevas tecnologías, las redes sociales, incluido Facebook y Twitter, para informar lo que pasa en su comunidades porque no hay información, existe un vacío informativo en muchas partes”.
Se “pierden” 30 millones para la Fiscalía
Mientras aumenta el número de asesinatos de periodistas en México y en tanto lo que predomina es el vacío de información en zonas de alto riesgo para ejercicio del periodismo, como Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Coahuila, Guerrero, Michoacán y Veracruz, no se sabe nada de los 30 millones de pesos etiquetados en 2010 para la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, que encabeza el Fiscal Gustavo Salas:
“Para la Fiscalía Especial (se aprobó presupuesto) de 30 millones, pero lo triste de esto es que precisamente ahora me está comentando el fiscal (Gustavo Salas) que no ha recibido un quinto”, dice a ZETA la diputada federal por el PAN, María Yolanda Valencia Vales, presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación.
El dinero etiquetado por la Cámara de Diputados el año pasado era para equipo pericial, recursos humanos y lo que hiciera falta en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión. Lo cierto es que la diputada federal no sabe dónde quedó ese monto para la Fiscalía:
“Todavía no tenemos respuesta a ello. Ya lo trabajamos con Ernesto Cordero, con el que fue secretario de Hacienda, no nos han respondido. Yo entiendo que ese dinero se tuvo que entregar a la PGR, y la PGR tuvo que entregárselo al fiscal (Gustavo Salas), y allá tal vez fue la situación que no se dio.
“Nosotros estamos pidiendo transparencia ante ello (a Hacienda, la PGR y la Fiscalía Especial), sí es necesario que nos respondan a dónde se fue (el dinero), todavía yo no tengo conocimiento. Ya les exigí, ya les pedía de mil maneras que esto se dé, porque no podemos en un momento dado etiquetar (en este año) otro dinero si no hay respuesta sobre eso”.
— ¿El fiscal Gustavo Salas dice que ya recibió los 30 millones o no?
“No, que no lo recibió. Eso es lo más preocupante. Entonces, ¿dónde quedó la bolita?, ¿no? ¿Sigue en Hacienda y no lo enviaron? ¿Se hicieron patos o simple y sencillamente sí lo dieron y está en la PGR?, y dijeron ‘ah, pues me llevo un poco más de dinero’ y no se hizo nada”. Lo más lamentable es que el fiscal Gustavo Salas se mantiene en absoluto silencio, no rinde informes sobre la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, como se hizo en 2008 y 2009, y para colmo, a ningún funcionario público le interesa otorgar entrevistas a los medios respecto a este penoso tema.