Dos robos y un intento de secuestro en menos de cinco horas

OSWALDO RODRÍGUEZ / HUGO SÁNCHEZ

“Parece una puerta de banco” han ingresado ahí tres veces. Una por año; primero robaron 200 mil, después entre 30 y 40 mil y ayer un aproximado similar, montos sumados entre pertenencias y efectivo.

Sin embargo, a diferencia de las anteriores, en el último atraco —suscitado alrededor de las 11 horas del jueves— maniataron a un joven, lo tiraron al suelo y le apuntaron con el cañón de una pistola mientras los delincuentes le despojaban de dos computadoras portátiles, un juego de video, una pantalla plana, joyas, teléfonos celulares y 500 pesos en efectivo.

Los asaltantes estaban adentro cuando Carlos Mario Coello Ruiz, de 21 años ingresaba a su domicilio marcado con el número 544 en la avenida Francisco I. Madero, entre las calles Venustiano Carranza y José María Morelos y Pavón de la Colonia Bienestar Social.

El joven regresaba de una sucursal bancaria en la cual realizó un depósito en efectivo; iba en un Jetta gris con placas DRB-24-67, que había aparcado frente al portón de su vivienda. La unidad era de su hermana, quien trabaja en la Secretaría de Turismo pero que en esos momentos estaba tramitando su VISA en la ciudad de Mérida pues viajará a los Estados Unidos.

Dentro se encontró con la sorpresa de dos hombres armados que amenazaron con dispararle se hacía algún ruido. Lo tiraron al suelo.

Abordaron todas las pertenencias en el vehículo de Carlos, le despojaron de sus llaves y huyeron con el monto y el automóvil.

No obstante, el vehículo fue recuperado por la Policía Estatal Preventiva (PEP) en la Avenida Miguel Hidalgo ubicada detrás del domicilio, sin los asaltantes ni las pertenencias robadas.

Carlos Mario estaba solo pues sus padres estaban trabajando en la parcela de su rancho ubicado en Julián Grajales, municipio de Chiapa de Corzo, en tanto se incorporó se comunicó con ellos y con las autoridades.

Los últimos se conjuntaron enseguida y recuperaron el vehículo con las llaves puestas. Después de varios minutos arribó el padre de Carlos, quien mencionó que era la tercera vez que les robaban. Tan sólo se recuperaban del golpe y les asestaban otro. Año con año.

El primero recuerda fue a las 3 de la madrugada; los hampones derribaron su puerta a “marrazos” y ante ello, decidió colocar una reja de seguridad, pero al año siguiente fue burlada.

Ahora, piensan en vender la casa, porque dijo “ya somos como sus socios y mi puerta ahora parece más a una puerta de banco”.

¿MÁS?

15 minutos más tarde, los números de emergencia reportaron otro asalto, ésta vez era en el lado Poniente, en una casa amarilla de la calle Nuevo León de la colonia Plan de Ayala, una vivienda ubicada detrás de la Escuela Secundaria número 74.

Un similar historia. Una persona fue amagada y amarrada mientras los delincuentes cargaban con electrodomésticos y demás pertenencias.

La movilización policiaca se conjuntó en seguida, pero los asaltantes se dieron a la fuga.

14:30 horas, otro reporte. Una persecución policiaca que inició en el paso a desnivel del parque Bicentenario y terminó entra la 9ª Avenida Sur y 12ª Poniente, detrás de la tienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Dos hombres con arma en mano, se acercaron a Héctor Augusto Serrano Cruz, asistente de Certificación de Procesos dela Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), le quitaron las llaves de su vehículo y le obligaron a abordar su unidad para secuestrarlo.

Héctor se negó y le asestaron un golpe con la pistola el cual alcanzó a esquivarlo. Subieron al vehículo Audy A4 con matrícula UVP-58-10 de Quintana Roo, propiedad del afectado y dejaron al dueño tendido en el asfalto.

Éste dio aviso a las autoridades y varias patrullas de la PEP, la Policía Municipal y elementos del Escuadrón de Rescate y Operaciones Especiales (EROE) persiguieron a los delincuentes.

Era un sonido multiplicado de sirenas que abrían paso entre la aglomeración de coches aparcados y en movimiento. Los asaltantes ingresaron por la 12ª poniente, dejaron el carro abandonado y se dieron a la fuga en un taxi.

Las más de tres patrullas rodearon el sitio y fue entonces que Héctor reconoció su automóvil, iba a ser el segundo que le roban. El primero dijo fue una camioneta que le robaron a su esposa en pleno estacionamiento de su vivienda. Detrás del “Barchelona”

De las 11 de la mañana a las 3 de la tarde, pasaron menos de cinco horas, pero en ese tiempo se suscitaron dos asaltados a domicilio, un par de vehículos se recuperaron y una persona más se libró de ser secuestrada.